Este año escolar estuvo lleno de experiencias, retos, nuevos aprendizajes, y conquistas. Te comparto 5 ideas que te permitirán hacer el cierre de este ciclo con sentido y propósito.
1. Haz una pausa para tomar decisiones conscientes
Antes de pensar en informes o celebraciones, dedica un momento a revisar el camino recorrido con tus estudiantes:
- ¿Qué avances te alegraron más?
- ¿Qué momentos marcaron al grupo?
- ¿Qué transformaciones viste en ti como maestra?
Esta mirada te ayudará a dar sentido al cierre, reconociendo los logros y aprendizajes que no siempre aparecen en los documentos.
También te permitirá enfocar las celebraciones en sus logros y no es prácticas instaladas que se siguen, nos agotan y no tienen mucha trascendencia a nivel de los niños. Piensa también cómo quieres que los niños recuerden este final. Puedes preguntarte ¿Qué emoción quiero que se lleven? ¿Qué quiero que quede en su memoria de este año? Esa intención puede guiarte para organizar la últimas semanas, proponiendo actividades que te orienten en ese propósito. En el siguiente punto te comparto algunas ideas.
2. Realiza con tus niños actividades de cierre y celebración de sus logros que tengan sentido para ellos.
En esta época del año solemos pensar en la “fiesta de fin de año” como el momento de cierre y celebración, pero vale la pena detenernos a mirar más allá de esta práctica instalada.
Cerrar el año y celebrar sus logros, con los niños, es mucho más que una fiesta: es dar significado al camino recorrido, ayudarles a reconocer cuánto crecieron, lo que aprendieron, lo que descubrieron de sí mismos y de los demás. Y esto no se logra con una sola actividad. Es por eso que en el punto uno te decía que organices actividades en las últimas semanas orientadas a ese propósito.
En este proceso, es importante que ayudemos a las familias a comprender que los niños no necesitan una gran fiesta para sentir que cierran una etapa; necesitan espacios simbólicos, cálidos y auténticos, donde puedan recordar, agradecer, y compartir.
Aquí algunas ideas de actividades:
- El recuento de lo que aprendimos en el año. Pueden expresarlo con una exposición vivencial donde muestren esos logros. Por ejemplo, un día pueden organizar un espacio donde leen el cuento que más les gustó a sus compañeros. También lo pueden expresar en un mural donde pueda verse sus progresos mostrando el inicio del año escolar y el de fin de año. Por ejemplo: sus dibujos.
- El jardín de logros. Pueden hacer un jardín en una pared externa del aula para hacerlo visible a las familias y la comunidad educativa. Cada pétalo representa un aprendizaje que hayan logrado.
- El libro del aula. Pueden hacer un libro donde cuenten su historia con fotos, y dibujos y así terminar con algo concreto que les permite registrar algunos momentos importantes del año escolar.
- Una ceremonia íntima donde cada niño pueda decir lo que más le gustó de ese año en su aula. Puedes preparar el ambiente con flores, velas, cuidando de generar calma e intimidad. Y al término de que cada niño exprese su sentir puedes darles algo simbólico como una tarjeta con una frase deseándoles que sigan creciendo y aprendiendo, o las familias también pueden hacer posible el regalo de un libro para seguir inspirando el aprendizaje. Consulta por la promoción que estamos abriendo desde Nara para hacer posible este regalo.
3. Evita que los documentos te abrumen
Son muchos los informes que se nos piden hacer como maestras, que de solo pensarlo nos sentimos abrumadas. Trata de comprender cuál es su propósito para enfocarte en ello y no perderte con tantos formatos. Identifica cuáles son los prioritarios para dedicarle más atención. También busca organizarte con tus compañeras para revisarlos, comprenderlos mejor y encontrar estrategias que les ayuden en el proceso.
4. Comunica con claridad a las familias los logros y progresos de sus niños.
Es importante que puedas expresar con claridad a las familias como su niño/a ha avanzado dando cuenta de su desarrollo integral. Recuerda cómo llegó, usa la información de la evaluación diagnóstica para que puedas ir dando cuento de los esfuerzos que ha mostrado y no limitarte en los resultados. Usa un lenguaje claro y comprensivo. Evita tecnicismos o etiquetas (“tiene déficit”, “es inmaduro”) y opta por frases que orienten y motiven. Agradéceles y felicítalos por el esfuerzo que ellos también han realizado. Yofréceles sugerencias prácticas de cómo pueden seguir acompañando desde casa su desarrollo-aprendizaje.
Te sugiero tener una entrega de informe con cada familia porque eso transforma la entrega del informe en un acto de reconocimiento al esfuerzo y crecimiento de cada niño y fortalece el vínculo entre la familia y la escuela. Además permite que las familias puedan expresar mejor sus inquietudes y consultas.
5. Cierra tu también tu propio ciclo.
El final del año escolar es una oportunidad para autoevaluarte y celebrar también tus logros como maestra. Te invito a regalarte tiempo para escribir brevemente qué lograste, qué aprendiste de tus alumnos, qué quisieras mejorar. Guárdalo para que el próximo año puedas releerlo antes de comenzar un nuevo periodo escolar.
Deseo que tu cierre del año pueda ser especial. Evita cargarte con actividades que no tienen mucho sentido, o te sacan de lo que es realmente importante.
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Vanetty Molinero
Licenciada en Educación Inicial y Magister en Psicología Social.
Su amplia experiencia en el campo de la Educación de la primera infancia la llevó a convertirse en Directora de Educación Inicial del Ministerio de Educación y promotora de la campaña “Permiso para ser niño” que con el lema “para ser grande, déjalo ser niño” buscó sensibilizar a las familias sobre la impostergable misión de respetar el derecho de los niños a vivir su infancia.
Hace unos años inicio el “doctorado de su vida” al convertirse en madre y comenzó una nueva aventura por el mundo de la escritura.
Actualmente comparte la dirección pedagógica de Nara y la asesoría en temas vinculados a la educación de la primera infancia.
