Recuperar la confianza en el mundo
- publicado por Vanetty Molinero
- Categorías Educación Infantil
Una de las cosas que me han impactado mucho durante esta pandemia es percibir el miedo de los niños y niñas al salir a la calle. Niños y niñas que extienden sus manos cuando tocan algo y nos piden que les pongamos alcohol, que no quieren tocar nada, que se asustan cuando están caminando sin mascarilla y se encuentran con otra persona a cierta distancia, o que simplemente no quieren salir porque sienten que el mundo que se extiende fuera de su casa dejó de ser un lugar seguro.
Tocar, desarrollar el sentido del tacto es una necesidad de la infancia. A través de este sentido, los niños y niñas van conociendo el mundo, descubriendo los límites entre este y su ser, y desarrollando la seguridad y confianza en sí mismos y en la vida. Sin embargo, para tocar, necesitan sentirse libres, y nosotros necesitamos sentir confianza en el mundo para transmitirles esa seguridad. Pero en un contexto en el que nuestras manos se convierten en transmisoras del COVID-19, esto se vuelve complejo, ya que aunque no les digamos expresamente que “no toquen”, perciben y huelen el miedo que sentimos cuando, al estar fuera de casa, se llevan las manos a los ojos o a la boca.
Frente a ello, y como mamá, una de las preocupaciones que me surgió cuando se abrió la posibilidad de salir con los niños fue cómo tomar las medidas de protección sin estresarme, sin transmitir miedo a mi hija, sin trasladarle a ella la responsabilidad del cuidado, y ser yo quien esté observando y velando porque todo esté bien. Afortunadamente, en esos momentos, estaba siguiendo un curso sobre Pedagogía de la Emergencia, y fue una herramienta importante, pues me ayudó a trabajar mis miedos como mamá y tener más elementos para acompañar a mi hija. Así que dimos el paso de salir al encuentro con el mundo y la naturaleza que tanto extrañábamos
Hoy, que ya salimos, tengo momentos en los que el temor se hace presente, sobre todo al pensar en un posible contagio a los abuelos de mi hija. Pero es en esos momentos en que recuerdo poner también mi atención en todo aquello que genera salud (comer sano, dormir bien, cuidar nuestros sentimientos y emociones, movernos, sembrar buenos pensamientos) y cuan importante y necesario es cuidar no solo las medidas de higiene, sino también todo lo demás. Y cuando mi hija me hace preguntas transmitiéndome sus preocupaciones, uso un verso para transmitirle la imagen de que nuestro cuerpo es fuerte y resistente porque lo cuidamos:
“Yo tengo un cuerpo fuerte y resistente, y nada en el mundo lo puede destruir”[2]
Y como el verso tiene ritmo, engancha con ella y le encanta cantarlo. Luego me dice: “Mamá, mi cuerpo está bien fuerte. Si viene el virus le hace así y no puede entrar” (me muestra cómo lo expulsa con sus manos).
¿Cómo estoy activando y promoviendo el sentido del tacto en este contexto?
Cuando salimos, elijo itinerarios que me dan seguridad para poder transmitirle esa confianza a mi hija. Lo que me genera más seguridad es estar cerca de la naturaleza. Entonces, elijo la playa, que es lo más accesible para mí. Vamos en momentos en los que no hay muchas personas, y eso nos permite liberarnos de la mascarilla, caminar y movernos libremente.
Caminamos descalzas para activar más nuestro sentido del tacto.
Jugamos en la arena usando nuestras manos para cavar, hacer túneles (no usamos palas, ni otros utensilios, solo nuestras manos).
“Buscamos tesoros”, recolectando conchitas, piedras, palitos que luego traemos a casa para jugar con ellos, o para hacer regalos para los amigos.
Observamos las huellas que dejan las aves en la arena y luego las dibujamos en la arena con nuestro dedo.
Es un tiempo maravilloso en el que volvemos a conectarnos con el mundo, recuperando la confianza y sintiéndonos parte de esa naturaleza. Cuando no podemos ir a la playa vamos a un parque, en donde además de correr, trepar, y saltar, puede recoger hojas y caracoles.
Cuando estamos en casa, procuro hacer pan un día a la semana, usando nuestras manos para mezclar los ingredientes secos, para amasar, para hacer formas. También tenemos un día para pintar con pasteles y luego disolver y mezclar los colores con nuestros dedos. Son actividades que no solo le hacen bien a mi hija, sino también a mí. También aprovecho los momentos en que la acuesto para frotarle los brazos, las piernas, y tener momentos de contacto amoroso. Y un día a la semana buscamos tener un momento de spa, en el que le pongo un aceite especial en el cuerpo luego del baño, y le hago masajes.
También procuro tener momentos para abrazarla, envolverla con mis brazos, o jugar a apretarla contra mi pecho: “te atrapé, no te puedes escapar”, le digo.
No dejemos que el miedo en esta pandemia haga que nuestros niños y niñas pierdan las posibilidades de desarrollar su confianza y seguridad que el contacto con el mundo, a través de los sentidos, y en especial del tacto, les ofrece. Espero que alguna de estas ideas les pueda ayudar en este proceso 🙂
[1] A todos los educadores, papás les recomiendo llevar este curso. Este 6 de noviembre inicia la 4ta edición. Pueden inscribirse en el siguiente email pedagogiaemergencialima@gmail.com
[2] Adaptado de la rima “La Torre”, de Tamara Chubarovsky
Licenciada en Educación Inicial y Magister en Psicología Social.
Su amplia experiencia en el campo de la Educación de la primera infancia la llevó a convertirse en Directora de Educación Inicial del Ministerio de Educación y promotora de la campaña “Permiso para ser niño” que con el lema “para ser grande, déjalo ser niño” buscó sensibilizar a las familias sobre la impostergable misión de respetar el derecho de los niños a vivir su infancia.
Hace unos años inicio el “doctorado de su vida” al convertirse en madre y comenzó una nueva aventura por el mundo de la escritura.
Actualmente comparte la dirección pedagógica de Nara y la asesoría en temas vinculados a la educación de la primera infancia.
Cada niño pone su sazón al narrarte el cuento. Maestra Ángela Pasco
También te puede interesar
Pre-venta de los cursos de Nara
Proyecto: Celebramos la vida de los que ya no están con nosotros
¿Cuántos sectores tengo que implementar?
Dejar un comentario Cancelar respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.
1 Comentario
Es muy interesante conocer como influye el miedo al virus en la vida de los niños en nuestra costa peruana por intermedio del presente curso y como recuperar la confianza en nuestro entorno.