Experiencia de aprendizaje
- publicado por Vanetty Molinero
- Categorías Educación Infantil
La casa está llena de oportunidades de aprendizaje, sin embargo muchas veces dejamos de aprovecharlas. Tal vez porque pensamos que los niños aprenden a partir de actividades “educativas” que les proponemos. Desde esa lógica invertimos mucho tiempo diseñando “experiencias de aprendizaje” que resultan poco significativas para ellos.
Como no logran movilizar por sí mismas la acción de los niños y niñas, entonces, tenemos que crear motivaciones para que puedan ser atractivas, y aún así, las actividades que les proponemos no logran ser muy efectivas a nivel de resultados.
¿Cómo aprenden los niños y niñas?
Recordemos que una de las principales estrategias de aprendizaje de los niños y niñas menores de seis años es la observación e imitación. Somos sus grandes modelos. Desde muy pequeños comienzan a imitar lo que nos ven hacer.
Es así que quieren coger todo lo que nosotros tenemos, e intentan imitarnos. No necesitamos decirles, coge así, mira, hazlo así. De pronto nos sorprendemos observándonos en su accionar.
Permitamos que se conviertan en nuestros pequeños ayudantes
Cuando son pequeños lo único que necesitamos hacer es permitirles participar en las actividades de la casa desde sus propias posibilidades. Por ejemplo, si barremos les damos una escoba pequeña que ellos puedan manipular. Al inicio nos acompañarán y aunque no logren barrer correctamente, aprenderán a coordinar sus movimientos para usar la escoba. O también nos ayudarán alcanzando el recogedor. Conforme vayan ganando mayor destreza comenzarán a usar mejor la escoba y a coordinar sus movimientos para colocar lo que juntan en el recogedor. En ese proceso aprenderán a tomar decisiones y encontrarán sus propias estrategias para cumplir mejor con la tarea de barrer.
¿Qué hacemos si ya no quieren ayudar?
Si no pudimos aprovechar el deseo de los niños y niñas cuando eran pequeños y querían ayudarnos, ahora que son más grandes tal vez ya no se sientan motivados por ayudar en casa.
Una forma en que podemos animarlos a ser nuestros “pequeños ayudantes” es contándoles historias que les regalen imágenes bellas.
Les comparto este cuento que encontré de Susan Perrow que fue escrito como lo indica la autora, para animar a los pequeños ayudantes:
Cuento: La pequeña escoba de paja
Susan Perrow
El Hombrecito del Sombrero Azul y el Hombrecito del Sombrero Rojo vivían juntos bajo las raíces de un árbol. Pero su casa ¡era la casa más descuidada de todas las que hayáis podido ver!
Por toda la casa estaban las migas…
Debajo de la mesa
Debajo de los muebles, ¡migas!
Por toda la alfombra, ¡migas!
Debajo de las camas, ¡migas!
Por todas partes estaban las migas…
¿Barrerás las migas, escoba, amiga?
La casa tiene migas…
Tenían una pequeña escoba de paja en un rincón de la habitación. Pero ninguno de los dos sabía usarla como es debido. La pequeña escoba miraba y suspiraba, “si alguien supiera usarme como es debido, yo podría limpiar este desastre en un abrir y cerrar de ojos”
El Hombrecito del Sombrero Rojo y el Hombrecito del Sombrero Azul barrían la habitación por turnos.
Pero cuando le tocaba al Hombrecito del Sobrero Azul no se molestaba en barrer. Cogía la pequeña escoba y la arrastraba despacio por la habitación cantando su canción, “No me molesto”:
No me molesto en trabajar;
¡brincar, saltar, dnazar, jugar!
Lo único que quiero es jugar,
Y el trabajo de barrer evitar.
Así que cuando terminaba, las migas seguían más o menos en el mismo sitio (repetir el poema de las migas)
Cuando le tocaba al Hombrecito del Sombrero Rojo, que siempre tenía prisa, cogia la pequeña escoba y barría a toda velocidad, cantando su canción, “Zis, Zas”:
Zis, Zas; Zas, Zis,
La escobita por allá, por aquí,
Zas, Zis; Zis, Zas,
La escobita por aquí, por allá.
Y cuando el Hombrecito del Sombrero terminaba las migas estaban peor que al principio (Repetir el poema…)
Entonces, un día, el Hombrecito del Sombrero Dorado llegó y se quedó a vivir con ellos. Cuando vio todas aquellas migas por el suelo, se llevó las manos a la cabeza y dijo: “¿Dónde está la escoba? Tengo que barrer esta habitación”.
Fue derecho al rincón de la habitación, cogió la escoba y empezó a barrer, cantando su canción: “Barre con cuidado”:
Barre con cuidado, barre con atención
Estas migas juntas todas en un montón
Barre con cuidado, barre con atención
Barre con cuidado, barre con atención
Estas migas juntas todas en un montón
Te harán sonreír con humor y satisfacción
Barre con cuidado, barre con atención.
El hombrecito del Sombrero Dorado barrió por todas partes. Barrió debajo de las mesas, barrió debajo de los muebles, barrió toda la alfombra, barrió debajo de las camas, incluso debajo de las almohadas en las que reposaban en sus camas.
Cuando terminó de barrer, todas las migas estaban en un montón y las pudo recoger. Entonces dejó la pequeña escoba en su rincón y estaba tan cansado que se quedó dormido.
Y los tres se sentaron para tomar té con buñuelos.
Tres hombrecitos, tienen tres sombreros.
Tres hombrecitos que son compañeros.
Viven los tres en la casita del leño,
La cuidan y la limpian juntos
Y con esmero.
Tomado de: Perrow, Susan (2019), Cuentos Sanadores. ING Edicions.
¿Cómo introducimos el cuento?
Léeles el cuento, por lo menos durante una semana, sin darles ningún mensaje directo, sin intentar aleccionarlos. El cuento hará su trabajo. Confía.
Antes de leerles es importante que practiquemos la lectura.
Los niños irán repitiendo el verso que es tan pegajoso. Esa semana cuando barras puedes usar el verso o crear una canción con él “Zis, Zas; Zas, Zis, La escobita por allá, por aquí….”. Ten cerca una escoba adicional para el niño/niña. Verás que tu acción, las ganas y la voluntad que tu coloques en ese acto de barrer, moverá la acción del niño/a.
Elabora los personajes para contarles el cuento
Al terminar la lectura de la semana puedes contarles la historia usando los personajes. Aquí te comparto una idea para hacerlo con fieltro. Es muy fácil. La pequeña escoba la puedes hacer con ramitas secas o agujas de pino, y la casa puedes hacerla con troncos y/o racíces de un árbol.
¿Qué competencia movilizamos con esta actividad cotidiana?
Área psicomotriz: Se desenvuelve de manera autónoma a través de su motricidad.
- Explora y descubre su lado dominante y sus posibilidades de movimiento por propia iniciativa en situaciones cotidianas.
- Realiza acciones motrices básicas en las que coordina movimientos para desplazarse con seguridad y utiliza objetos con precisión, orientándose y regulando sus acciones en relación a estos, a las personas, el espacio y el tiempo.
- Expresa corporalmente sus sensaciones, emociones y sentimientos a través del tono, gesto, posturas, ritmo y movimiento en situaciones de juego.
Área personal social: Convive y participa democráticamente en la búsqueda del bien común.
- Realiza acciones con otros para el buen uso de los espacios, materiales y recursos comunes.
Aprovechemos las experiencia cotidianas
Recordemos que la casa de los niños y niñas está llena de experiencias valiosas de aprendizaje.
No necesitamos crear situaciones artificiales de aprendizaje. Ni invertir tiempo y esfuerzo creando experiencias de aprendizaje cuando podemos aprovechar el cotidiano que resulta más significativo.
Espero que estas ideas te ayuden. Si te animas a usarlas me encantará saber cómo te va.
Licenciada en Educación Inicial y Magister en Psicología Social.
Su amplia experiencia en el campo de la Educación de la primera infancia la llevó a convertirse en Directora de Educación Inicial del Ministerio de Educación y promotora de la campaña “Permiso para ser niño” que con el lema “para ser grande, déjalo ser niño” buscó sensibilizar a las familias sobre la impostergable misión de respetar el derecho de los niños a vivir su infancia.
Hace unos años inicio el “doctorado de su vida” al convertirse en madre y comenzó una nueva aventura por el mundo de la escritura.
Actualmente comparte la dirección pedagógica de Nara y la asesoría en temas vinculados a la educación de la primera infancia.
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4 Comentarios
Muy ineresante, seguire estos concejos en leerles el mismo cuento toda una semana y luego promover que ellos mismo expresen lo comprendido en el cuento.
Considero muy interesante la forma de enseñar los aprendizajes esperados de una manera fácil y divertida. Quiero ponerlos en practica.
Excelente propuesta para trabajar en el ciclo II e iniciar el cambio y devolver el protagonismo a los niños y niñas a crear diferentes caminos de aprender y transformar su realidad y calidad de vida.
Qué lindo este fragmento que me servirá de mucho, “No necesitamos crear situaciones artificiales de aprendizaje. Ni invertir tiempo y esfuerzo creando experiencias de aprendizaje cuando podemos aprovechar el cotidiano que resulta más significativo”.