Caminatas para leer cuentos
- publicado por Vanetty Molinero
- Categorías Lectura por placer
En nuestra visita a la región de los lagos en New Hampshire, salimos a caminar luego de una noche de lluvia. Encontramos una ruta que nos esperaba con una historia #StoryWalks. Era el cuento “Stars” de Mary Lyn Ray.
Iniciamos la ruta y cada cierto trecho íbamos encontrando una página abierta del libro sostenida por un poste de madera a la altura de los niños, y cubierta por una mica transparente. Aún estaban cubiertas por las gotas de las lluvia, pero abiertas para ser leídas a lo largo del recorrido.
Para mi hija que ama las historias fue una experiencia maravillosa. Emocionada caminaba más de prisa para encontrar la siguiente página y continuar con la lectura.
A ella le encantan las caminatas y también las historias. Así que esta vez pudo tener juntas las dos cosas que tanto le gustan.
Leer este cuento rodeadas de árboles, de los sonidos del bosque y con el olor de tierra mojada, fue una bella experiencia.
Al final de esa ruta que elegimos encontramos un mirador con una vista maravillosa. Un punto de inspiración.
Gracias Slim Baker Foundation
por esta bella experiencia.
¿Por qué no replicar esta experiencia?
El Perú tiene innumerables lugares para hacer caminatas, así como historias locales.
¿Por qué no buscar a empresas e instituciones locales para regalar este tipo de experiencias a los niños?
Solo se necesita identificar una ruta, señalizarla, y recoger una historia local para ponerla como un libro abierto que se va leyendo a lo largo de la ruta.
Si las autoridades locales no lo hacen, tal vez tengamos que ser las maestras las que transmitamos estas ideas e impulsemos este tipo de experiencias.
¿Te animas a promover esta idea?
"Estrellas", el cuento
Por Mary Lyn Ray.
Estrellas
Al ver una estrella sabrás que es casi de noche.
Tan pronto como veas una, habrá otra, y otra.
Y cuando viene la noche, no se sentirá tan oscura.
Que tal si pudieses tener una estrella.
Ellas brillan como pequeños huevos de plata que puedes poner en una cesta.
Excepto que sabes que no puedes. No realmente.
Pero puedes dibujar una estrella en un papel luminoso y cortarla y ponerla en tu bolsillo.
Tener una estrella en tu bolsillo es como tener tu mejor piedra ahí, pero diferente.
Porque una estrella es diferente de una piedra.
Colócate una estrella en tu camiseta y puedes ser un comisario.
Coloca una estrella sobre una palito y puedes convertirla en varita mágica.
Si sostienes la varita de la forma correcta puedes hacer que un deseo se haga realidad. No siempre, solo algunas veces. Nunca se sabe con los deseos.
Puedes darle una estrella a un amigo.
Pero nunca le des la que guardas en tu bolsillo.
Necesitas saber que está ahí.
Algunos días te sientes brillante como una estrella. Si has hecho algo importante pueden decir que eres una estrella.
Pero otros días no te sientes tan brillante
Esos día, es bueno coger la que está en tu bolsillo.
Si un día pierdes tu estrella, puedes dibujarla o encontrar otra.
Hay lugares …El musgo donde están las hadas está hecho de estrellas verdes.
Las estrellas blancas en la hierba de junio se convierten en fresas en julio.
Las estrellas amarillas sobre las enredaderas de calabaza se convierten en calabazas en octubre.
Los copos de nieve son estrellas.
Sopla una flor de diente de león y verás miles de estrellas en el cielo.
Un botón podrá tener una estrella.
Y si siempre te lavas los dientes, alguien podría darte una estrella roja, verde, azul, dorada o plateada
Podría haber una estrella en el calendario señalando un día especial.
Pero las estrellas que están en el cielo, por esas, tienes que esperar cada noche.
Necesitas algo de oscuridad para verlas.
Te ayudará si estás con tu ropa de dormir.
Luego miras arriba y casi siempre encontrarás una.
Y otra,
Y otra,
Y otra.
Incluso cuando algunas veces no puedes verlas.
Ellas están aún ahí.
En cada lugar, cada noche
Etiqueta:actividades con niños, Cuentos Infantiles
Licenciada en Educación Inicial y Magister en Psicología Social.
Su amplia experiencia en el campo de la Educación de la primera infancia la llevó a convertirse en Directora de Educación Inicial del Ministerio de Educación y promotora de la campaña “Permiso para ser niño” que con el lema “para ser grande, déjalo ser niño” buscó sensibilizar a las familias sobre la impostergable misión de respetar el derecho de los niños a vivir su infancia.
Hace unos años inicio el “doctorado de su vida” al convertirse en madre y comenzó una nueva aventura por el mundo de la escritura.
Actualmente comparte la dirección pedagógica de Nara y la asesoría en temas vinculados a la educación de la primera infancia.